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Normandía y el Valle del Loire.

Día a día, mi viaje por Francia fue una experiencia que difícilmente olvidaré. Decidí aventurarme en un tour guiado, algo poco común para mí, pero la compañía de Maite me convenció de que valdría la pena. Así que aquí os dejo el recorrido que seguimos, organizado por Mapatours, aunque debo decir que los hoteles eran un poco justos, pero ya sabemos cómo suelen ser los de 3 y 4 estrellas en Francia.

 

Día 1 – PARIS

 

Nuestro primer día en París comenzó con una visita panorámica de la ciudad, donde tuvimos la oportunidad de admirar emblemáticos lugares como Notre Dame, la Sainte-Chapelle, el Palacio de Justicia y el Ayuntamiento de París. Cada uno de estos sitios nos cautivó con su historia y su arquitectura única, sumergiéndonos en la rica cultura parisina.

 

Después de esta fascinante excursión, nos embarcamos en un encantador paseo por el Sena, que nos llevó desde el corazón de la ciudad hasta sus pintorescos rincones. Durante tres horas, entre las 12 del mediodía y las 3 de la tarde, disfrutamos de las vistas panorámicas de París desde el río, mientras saboreábamos un delicioso almuerzo a bordo. Fue una experiencia verdaderamente inolvidable que nos permitió apreciar la belleza de la ciudad desde una perspectiva única.

 

 

Día 2: ROUEN - OMAHA BEACH

 

Estamos a 27ºC pero amanece con lluvia en París. A las 6:30 de la mañana toque de diana y nosotras ya estábamos en la recepción y hemos conocido a los integrantes de nuestro grupo: 4 zaragozanas, 2 californianos, 2 madrileños y 3 chilenos.

 

Ya hemos desayunado así que sin perder tiempo subimos al autocar todos e iniciamos el día con una visita panorámica por los principales monumentos de la ciudad y cogiendo la carretera dirección Rouen.

 

Capital histórica de Normandía y llamada de los Cien Campanarios. Empezamos la visita en el Mercado Viejo, dónde aún se ven casas típicas con entramados de madera, el hostal más antiguo de Europa y en el centro una iglesia muy moderna donde una cruz señala el lugar donde fue quemada viva Jeanne d’Arc, en mayo de 1431.

 

Siento deciros que el lugar me decepciona un poco, sobre todo esa Iglesia moderna que le han dedicado, tan fuera de lugar si la comparas con el resto de arquitectura tan propia de la zona.

 

Desde aquí nos dirigimos a la Catedral de Rouen, imponente donde las haya, con un rosetón en estilo flamígero joven, aunque la Catedral en sí sea de estilo gótico. Una torre fue reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial y la otra la llaman la Torre Mantequilla ya que fue financiada con los fondos de la venta de mantequilla.

 



Partimos ya hacia Pointe du Hoc y Omaha Beach, lugar clave del Día D: aquí el 06/06/1944 miles de soldados desembarcaron en sus playas.

No recuerdo el número de veces que he visto estas imágenes con mi padre en las innumerables películas sobre la 2ª Guerra Mundial o el Desembarco (los dos somos muy aficionados el cine bélico) que hemos visto, pero aquí, in-situ, no consigo imaginarme esta playa teñida de rojo sangre. Es tan bonita, tan verde en la parte de atrás y tan llena de paz que la marco mi HIGHLIGHT OF THE DAY.

 

En el borde occidental de la playa de Omaha, a unos 6Km. de ésta, justo allí donde la costa norte de Normandía formaba en ángulo con la costa oriental de la península de Cotentin (playa de Utah) se encontraba la posición defensiva del muro del Atlántico conocida como Pointe du Hoc.

 

Aquí hay un verde paisaje lunar, llenos de dunas y la zona de los bunkers donde disparaban a la Playa de Utah. Hago un vídeo de un bunker antiaéreo de la luftware y de todos los bunkers que podían dar refugio a hasta diez personas. Aún se veel hormigón que lo recubre todo. Acabo en uno de los seis emplazamientos para cañones que tiene la zona.

 

Acabamos la visita en la zona en el Memorial de Omaha Beach. Este museo se dedica a preservar la memoria de los soldados que murieron durante el Desembarco de Normandía. Con un vídeo inicial y de una forma muy inmersiva nos enseña los acontecimientos de tan destacado y emblemático día.

Aquí podemos ver información detallada sobre las operaciones, las estrategias militares y las vidas y sacrificios de los soldados y civiles implicados.

Toda esta zona en sí es monumental, ceremonial y una oda al valor militar todo junto en un mismo recinto.



En el borde occidental de la playa de Omaha, a unos 6Km. de ésta, justo allí donde la costa norte de Normandía formaba en ángulo con la costa oriental de la península de Cotentin (playa de Utah) se encontraba la posición defensiva del muro del Atlántico conocida como Pointe du Hoc.

Acabamos la visita en la zona en el Memorial de Omaha Beach. Este museo se dedica a preservar la memoria de los soldados que murieron durante el Desembarco de Normandía. Con un vídeo inicial y de una forma muy inmersiva nos enseña los acontecimientos de tan destacado y emblemático día.

Aquí podemos ver información detallada sobre las operaciones, las estrategias militares y las vidas y sacrificios de los soldados y civiles implicados.


MUSÉE MÉMORIAL D’OMAHA BEACH

Patrimonio cultural. SAINT-LAURENT-SUR-MER



Día 3- CAEN

 

En nuestro tercer día de viaje, exploramos la fascinante ciudad de Caen, una joya histórica en la región de Normandía. Nuestra jornada comenzó con una inmersión en la rica historia de esta ciudad, que ha sido testigo de importantes eventos a lo largo de los siglos.

 

Nos sumergimos en el pasado medieval de Caen al visitar el imponente Castillo de Caen, una fortaleza que data del siglo XI y que ha sido escenario de numerosos episodios históricos. Recorrimos sus imponentes murallas, torres y salas, maravillándonos con la arquitectura y la grandeza de esta antigua fortificación.

 

Continuamos nuestro recorrido por el centro histórico de la ciudad, donde nos encontramos con encantadoras calles empedradas y pintorescas plazas. Admiramos la impresionante Abadía de los Hombres y la Abadía de las Mujeres, dos magníficos ejemplos de arquitectura románica que nos transportaron a la época medieval.

 

Durante nuestra visita, también aprendimos sobre el papel clave que desempeñó Caen durante la Segunda Guerra Mundial, como uno de los principales puntos de desembarco en el famoso Día D. Visitamos el Memorial de Caen, un conmovedor museo dedicado a la memoria de aquellos que perdieron sus vidas en la guerra, donde pudimos explorar exhibiciones históricas y reflexionar sobre los eventos que cambiaron el curso de la historia.

 

En cada rincón de Caen, encontramos vestigios de su pasado fascinante y vibrante, lo que nos permitió conectar con la rica herencia cultural y histórica de esta ciudad única en Normandía. Fue un día lleno de descubrimientos y emociones, que nos dejó con una profunda apreciación por la historia y el patrimonio de esta encantadora ciudad.






Día 4- MONT SAINT MICHEL - ST. MALO

 

Nuestra siguiente parada nos llevó al majestuoso Mont Saint-Michel, una maravilla arquitectónica que se alza imponente en la costa de Normandía. Con la guía experta de nuestro recorrido, nos aventuramos a explorar este impresionante monumento y descubrir su fascinante historia.

Al llegar, quedamos asombrados por la magnificencia de la abadía, que se eleva sobre la roca con una presencia casi mágica. A medida que ascendíamos por las calles empedradas y sinuosas, nuestra guía nos sumergió en la rica historia y leyendas que rodean a este lugar único.

Nos maravillamos con la arquitectura gótica de la abadía, explorando sus intrincados pasillos, capillas y claustros. Desde lo alto de la abadía, disfrutamos de vistas impresionantes del paisaje circundante, mientras nuestra guía nos contaba las historias de los monjes que una vez habitaron este lugar remoto.

Después de explorar la abadía, descendimos al pueblo medieval que se extiende a los pies del Mont Saint-Michel. Allí, nos sumergimos en las estrechas callejuelas llenas de encanto, pasando por tiendas de souvenirs y acogedores cafés.

Finalmente, nos despedimos de este lugar mágico, llevándonos con nosotros recuerdos imborrables de una visita guiada que nos permitió adentrarnos en la historia y el misterio del Mont Saint-Michel. Fue una experiencia inolvidable que quedará grabada en nuestras mentes para siempre.

 



Nuestro próximo destino nos llevó al encantador pueblo de Saint-Malo, en la pintoresca costa de Bretaña. Con una actitud relajada y una pizca de curiosidad, nos aventuramos a recorrer las calles empedradas y las murallas fortificadas de esta antigua ciudad corsaria.

 

Saint-Malo, conocida por su pasado como bastión de los corsarios bretones, tiene una historia rica y fascinante. Durante siglos, sus intrépidos marineros se hicieron famosos por sus incursiones en el mar, saqueando barcos enemigos y defendiendo con fiereza sus costas de los invasores.

 

Explorando el casco antiguo de Saint-Malo, nos sumergimos en su historia marítima mientras admirábamos las imponentes murallas que rodean la ciudad. Caminamos por las mismas calles que una vez recorrieron los famosos corsarios, imaginando las aventuras y batallas que tuvieron lugar en estos antiguos callejones.

 

Nuestra visita también nos llevó a la impresionante Catedral de San Vicenç, un magnífico ejemplo de arquitectura gótica. Entrar en esta majestuosa iglesia nos transportó a tiempos pasados, mientras admirábamos sus altas columnas, hermosos vitrales y detalles intrincados.

 

Después de explorar la catedral, nos tomamos un momento para contemplar las vistas desde las murallas de la ciudad, disfrutando de la brisa marina y el sonido de las olas rompiendo contra las rocas. Con el corazón lleno de historia y la sensación de haber experimentado la auténtica vida costera de Bretaña, nos despedimos de Saint-Malo con la promesa de volver algún día para seguir explorando sus encantos.


 Ojo! El viento en este pueblecito es muy traicionero y hace mucho frío.




 

Día 5- ALINEAMIENTOS DE CARNAC – VANNES

 

Nuestra siguiente aventura nos llevó a los enigmáticos alineamientos de Carnac y a la encantadora ciudad de Vannes, en la región de Bretaña. Embarcándonos en este viaje lleno de misterio y encanto, nos dirigimos primero a los alineamientos de Carnac, uno de los sitios megalíticos más impresionantes del mundo.

 

Explorar los alineamientos de Carnac fue como adentrarnos en un pasado remoto y misterioso. Con más de 3.000 menhires dispuestos en filas ordenadas a lo largo de varios kilómetros, este lugar nos dejó maravillados por su magnitud y significado. Mientras paseábamos entre las antiguas piedras erguidas, nos preguntábamos sobre el propósito de este monumento y las personas que lo construyeron hace miles de años.

 

Después de sumergirnos en la historia antigua de Carnac, nos dirigimos hacia la encantadora ciudad de Vannes, donde el encanto medieval se combina con la elegancia moderna. Al llegar, nos encontramos con calles adoquinadas, casas de entramado de madera y una atmósfera tranquila que nos invitaba a explorar.

 

Caminamos por el casco antiguo de Vannes, admirando la impresionante Catedral de San Pedro y la majestuosa Puerta de San Vicente. Nos perdimos en sus callejuelas llenas de tiendas de artesanía y acogedores cafés, disfrutando del ambiente relajado y hospitalario de la ciudad.

 

Con cada rincón que explorábamos, descubríamos nuevos tesoros y detalles que nos enamoraban de Vannes. Se nos hizo corto y nos quedamos con ganas de seguir explorando los encantos de esta preciosa ciudad y descubrir más secretos de esta región única en Bretaña.



 

Día 6- NANTES

 

Durante nuestro tiempo en Nantes, tuvimos la oportunidad de explorar una variedad de lugares fascinantes que capturaron la esencia única de esta encantadora ciudad. Desde la antigua fábrica de galletas Lu hasta la imponente Catedral de Nantes, cada destino nos ofreció una experiencia única y memorable.

 

Nuestro recorrido nos llevó primero a la antigua fábrica de galletas Lu, un lugar emblemático que nos transportó a través del tiempo mientras explorábamos su historia y legado. Fue emocionante descubrir los secretos detrás de una de las marcas más queridas de Francia y ver cómo se elaboraban las deliciosas galletas que han deleitado a generaciones.

 

Luego, nos dirigimos al majestuoso Castillo de los Duques de Bretaña, una impresionante fortaleza que nos dejó maravillados con su arquitectura medieval y sus impresionantes vistas. Recorrimos sus imponentes murallas y torres, imaginando la vida en la época de los nobles y caballeros que una vez habitaron sus salones.

 

No podíamos dejar pasar la oportunidad de explorar el animado mercado de Talensac, donde nos sumergimos en los aromas y colores de los productos locales. Desde quesos y embutidos hasta frutas y verduras frescas, el mercado nos ofreció una muestra del vibrante estilo de vida de Nantes.

 

Por último, pero no menos importante, visitamos la magnífica Catedral de Nantes, una obra maestra de la arquitectura gótica que nos dejó sin aliento con su belleza y grandiosidad. Admiramos sus impresionantes vidrieras y esculturas mientras reflexionábamos sobre la profunda historia y espiritualidad que emana de este lugar sagrado.

 

En conjunto, nuestra experiencia en Nantes fue una mezcla emocionante de historia, cultura y gastronomía que nos dejó con recuerdos duraderos y una profunda apreciación por esta encantadora ciudad en el corazón de Bretaña.

 

 



Día 7: NANTES (La Machine de l Ile):

 

Nuestra visita a La Machine de l'Île fue una experiencia verdaderamente única y fascinante que nos sumergió en un mundo de fantasía y creatividad. Ubicada en Nantes, esta impresionante atracción combina la ingeniería con la imaginación para crear criaturas mecánicas gigantes que parecen sacadas de un cuento de hadas.

 

Al llegar, nos quedamos asombrados por la magnitud y el detalle de las criaturas mecánicas que adornan el lugar. Desde enormes elefantes hasta arañas gigantes, cada una de estas maravillas mecánicas nos dejó sin aliento con su tamaño y complejidad.

 

Nos embarcamos en un emocionante recorrido por La Machine de l'Île, explorando cada rincón y descubriendo las historias detrás de estas criaturas mecánicas. Nos maravillamos con su movimiento fluido y sus detalles meticulosos, mientras nos sumergíamos en el mundo de fantasía que habían creado los talentosos artesanos y diseñadores.

 

Durante nuestra visita, también tuvimos la oportunidad de presenciar espectáculos impresionantes protagonizados por estas criaturas mecánicas, que cobraron vida ante nuestros ojos en una exhibición de habilidad y creatividad.

 

En conjunto, nuestra experiencia en La Machine de l'Île fue una mezcla emocionante de arte, ciencia y entretenimiento que nos dejó con recuerdos duraderos y una profunda admiración por la creatividad humana. Fue una experiencia que nunca olvidaremos y que recomendamos encarecidamente a todos los que visiten Nantes.




Día 8: TOURS y el Castillo de Azay Le Rideau

Nuestra siguiente parada nos llevó a Tours, una ciudad histórica ubicada en el hermoso valle del río Loira, conocido por sus impresionantes castillos y su encanto medieval. Aquí, nos embarcamos en una emocionante aventura para explorar el famoso Castillo de Azay Le Rideau, una joya arquitectónica que parece sacada de un cuento de hadas.

Al llegar a Tours, nos cautivó su ambiente animado y sus calles llenas de historia. Caminamos por el casco antiguo, admirando las encantadoras casas de entramado de madera y las hermosas plazas bordeadas de cafeterías y tiendas de antigüedades.

Luego, nos dirigimos al impresionante Castillo de Azay Le Rideau, una obra maestra del Renacimiento francés que se alza majestuosamente sobre las aguas del río Indre. Nos quedamos maravillados por la elegancia y la belleza del castillo, con su arquitectura refinada y sus exquisitos jardines que nos transportaron a otra época.

Exploramos las lujosas salas y los opulentos salones del castillo, imaginando la vida de la nobleza que una vez habitó estas magníficas estancias. Nos maravillamos con los detalles arquitectónicos y las obras de arte que adornaban cada rincón, mientras aprendíamos sobre la historia y el patrimonio del lugar a través de nuestras guías expertas.

Después de nuestra visita al castillo, nos tomamos un tiempo para pasear por los hermosos jardines que lo rodean, disfrutando de las vistas panorámicas del paisaje circundante y capturando momentos inolvidables en este escenario idílico.

En conjunto, nuestra experiencia en Tours y el Castillo de Azay Le Rideau fue una combinación perfecta de historia, arte y belleza natural que nos dejó con recuerdos duraderos y una profunda apreciación por la rica herencia cultural de Francia. Sin duda, fue uno de los highlights de nuestro viaje.

 




Día 9- CHENONCEAU Y CHAMBORD

 

Nuestra próxima aventura nos llevó a dos de los castillos más impresionantes del Valle del Loira: Chenonceau y Chambord. Estas magníficas residencias históricas nos recibieron con sus majestuosas fachadas y nos transportaron a la época de la nobleza francesa, ofreciéndonos una visión fascinante de la vida en el Renacimiento.

 

Comenzamos nuestro día explorando el elegante Castillo de Chenonceau, conocido como el "Castillo de las Damas" debido a la notable influencia de las mujeres en su historia. Admiramos su ubicación única, construido sobre el río Cher, y nos maravillamos con su arquitectura renacentista y sus exquisitos jardines. Dentro del castillo, nos sumergimos en la opulencia de sus salas decoradas con muebles antiguos, tapices y pinturas que evocaban la grandeza de su pasado.

 

Después de nuestra visita a Chenonceau, nos dirigimos hacia el impresionante Castillo de Chambord, una obra maestra arquitectónica del Renacimiento francés. Nos quedamos impresionados por la grandeza y la majestuosidad de este castillo, con su distintiva arquitectura renacentista y sus icónicas torres en espiral. Exploramos sus vastos salones y escaleras de doble hélice, maravillándonos con los detalles arquitectónicos y las vistas panorámicas desde lo alto de sus torres.

 

Durante nuestro recorrido por Chambord, aprendimos sobre la fascinante historia del castillo y su conexión con figuras históricas como Francisco I y Leonardo da Vinci:

Este castillo fue el capricho del rey Francisco I. Un capricho que resultó carísimo ya que inicialmente iba a ser un pabellón de caza y se le acabó yendo de las manos. Acabó teniendo 440 habitaciones y vivió en él sólo 42 días.

La mayor curiosidad arquitectónica es la escalera helicoidal, de la que dicen que es obra de Leonardo da Vinci, aunque no hay pruebas de que sea así. En ella dos espirales en un único hueco permiten que dos personas puedan subir y bajar sin cruzarse.

En conjunto, nuestra visita a los castillos de Chenonceau y Chambord fue una experiencia inolvidable que nos permitió sumergirnos en la rica historia y el esplendor del Valle del Loira. Estos impresionantes monumentos nos dejaron maravillados con su belleza y nos transportaron a otra época, ofreciéndonos una visión única de la grandeza de la Francia renacentista.

 



Día 10 CHARTRES

 

Nuestra última parada nos llevó a la ciudad de Chartres, hogar de una de las catedrales más impresionantes y veneradas de Francia. Al llegar, nos encontramos ante la majestuosidad de la Catedral de Chartres, una obra maestra de la arquitectura gótica que se alza imponente sobre la ciudad.

Exploramos esta magnífica catedral, maravillándonos con sus impresionantes vidrieras que datan del siglo XII y que son consideradas algunas de las mejores del mundo. Nos quedamos fascinados por la belleza y la complejidad de los diseños, que cobraban vida con la luz del sol que se filtraba a través de los cristales de colores.

Además de sus vidrieras, la Catedral de Chartres también alberga otras obras de arte religioso, como esculturas y pinturas que narran historias bíblicas y santos venerados. Nos sumergimos en la rica historia y espiritualidad de este lugar sagrado, contemplando las obras maestras de la fe y la devoción que han perdurado a lo largo de los siglos.

Después de nuestra visita a la catedral, recorrimos las encantadoras calles de Chartres, admirando su arquitectura medieval y su encanto histórico. Nos detuvimos en cafeterías locales y tiendas de souvenirs, disfrutando de la atmósfera relajada y acogedora de esta ciudad encantadora.

En conjunto, nuestra visita a Chartres fue una experiencia conmovedora y espiritual que nos dejó con una profunda apreciación por la belleza y la grandeza de la arquitectura gótica y la fe que ha inspirado a generaciones a lo largo de los siglos. Fue el broche de oro perfecto para nuestro viaje por Francia, dejándonos con recuerdos duraderos y una sensación de paz y reverencia.




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