El catarismo fue un movimiento filosófico-religioso que se desarrolló a partir del siglo XII en Occitania. Adoptaba unas posturas muy críticas contra el materialismo de la Iglesia de Roma y sus adeptos eran tremendamente exigentes consigo mismos en cuanto a pureza de costumbres hasta tal punto que llegó a establecerse como una contraiglesia con su propio clero mixto y sus obispos.
Los cátaros (o els "Bonshomes") fueron creyentes de una doctrina cristiana de muy diferente interpretación a la imperante en ese momento por lo establecido en la Iglesia de Roma ya que basaban su doctrina en el dualismo: el dios del Mal era el creador de lo material o la injusticia, mientras que el dios del Bien era el de lo incorruptible y del mundo invisible. El ser humano así, estaba hecho de dos formas: el cuerpo (material) perteneciente a Satanás y el espíritu, perteneciente a Dios.
Aparte, no creían en la jerarquía clerical, la juzgaban de corrupta por la acumulación de poder y bienes.
Está claro que todas las ideas contrarias a lo establecido en roma y que se desviaran mínimamente de lo que en ese entonces era lo establecido y correcto eran consideradas heréticas.
“Ay!! Con la Iglesia hemos topado amigo Sancho!!” Así que el resultado no se hizo esperar: la iglesia católica los categorizó de herejes, emprendiendo una persecución contra ellos que duraría dos siglos.
Inicialmente hubo un intento de pacificación, en la que trataron de hacerles ver su grave “error” y se les intentó predicar en la fé, pero la gota que colmó el vaso fue en 1208, cuando el legado papal Pedro de Castelnau es asesinado. El papa Inocencio III proclama entonces la Cruzada contra los cátaros, a la que se unen rápidamente las tropas francesas, que ven en la cruzada la ocasión para apoderarse de dichos territorios. Esta fase fue larga y sangrienta a más no poder.
Las cruzadas contra los cátaros conquistaron Minerva, Puivert, Termes en 1210; llevaron a la hoguera a 225 hombres en Montségur en 1244 y enviaron a la Inquisición para castigar a todo aquel que hubiera ayudado a cualquier cátaro. Finalmente en 1321, quemaron a Guillaume Bélibaste en Villerouge-Termenès considerado el último cátaro.
Aunque el catarismo fue erradicado, hoy día sigue sindo un símbolo de tolerancia y libertad de expresión y culto y de hecho es una marca en toda la cultura occitana de la zona.
Hoy en día aún nos quedan algunos restos de esta historia y que son visitables y se han convertido en la huella palpable y visible de esta historia: 21 castillos que servían de refugio a los cátaros y sufrieron innumerables asedios y abadías, cuya función fue reforzar la posición católica y apoyar la cruzada.
Más información en la web : http://www.payscathare.org
Las Abadías:
• Abbaye d'Alet • Abbaye de Caunes-Minervois • Abbaye de Fontfroide • Abbaye de Lagrasse • Abbaye de Saint-Hilaire • Abbaye de Saint-Papoul • Abbaye de Villelongue
Los Castillos:
• Château d'Aguilar • Château d'Arques • Château d'Usson • Château de Peyrepertuse • Château de Puilaurens • Château de Quéribus • Château de Saissac • Château de Termes • Château de Villerouge-Termenès • Château et Remparts de la cité de Carcassonne • Châteaux de Lastours • Ciudad medieval de Fanjeaux
